Bienvenid@


Querido soñador/a, bienvenid@
Soy Silvia Soñadora. Escribo para reflejar todo lo que mi alma quiere gritar. Un buen libro y un café. El ritmo de una canción. Sonrisas. Amor. Arte.
Esas pequeñas cosas que hacen esta vida tan bonita.
Dicen que escribir es el espejo del alma, así que las palabras aquí escritas serán mi reflejo.

Como parte de mis sueños, espero que disfrutes la lectura.

Fieras

5.11.16

Las pecas te las besa cualquiera, y las cicatrices se veneran, pero hay labios y mareas que se hacen de tu piel, porque acariciarla, ya no llena el socavón de ti que tienen en el alma.

Y te besan, y te abrazan, desde dentro. Y te quieren, desnudos como nunca lo han estado, de piel, de corazón que han volcado en ti.

Labios de alma fiera,
tan fuertes,
tan intensos,
y traviesos.

Mareas verdes,
que te arrastran,
siempre libres,
que te abrazan.

Y te llenan.
Arrasan contigo,
profundamente con cariño.

Salvajes
de corazón y dientes.

Terremotos que crean más que destruyen. Locamente te vuelven loco, y te maravillan.

De sencilla esencia, tan humildes que quieren tanto, como es inevitable quererles a ellos.
Tan vivos, simples y humanos. Pero tan especiales, y mágicos.
Labios de alma fiera.
                                                                                                                         

Para todas mis fieras, y especialmente para mi pequeña.
                                                                                                                            Silvia Soñadora

El arte está en una parada de autobús

29.10.16

Era un día cualquiera. Octubre. No hacía frío pero tampoco calor. Era un "ni fu ni fa"

¿Sabes esos días en los que el mundo no te está aportando nada? Y tú, tampoco estás en tus cabales, como para provocar algo en nadie. Esos semáforos en rojo en los que no sabes si eres, o si simplemente estás. Esos semáforos en verde en los que no sabes si avanzar, o esperar a que pase algún triciclo interesante por el que despegar del suelo.

Pero esperar no es una opción, esperar es de cobardes.
Cuidado, no estoy diciendo que con avanzar ya seas valiente. Hay quién camina hacia adelante y sin embargo, está siempre en el mismo punto. Y por el contrario, hay quién de tanto moverse no hace más que frenar cualquier acto de valor.

Para encontrar esos movimientos que muevan más allá de lo físico, hay que buscar. Y con buscar no me refiero a investigar por Internet, ni a leer la enciclopedia de una biblioteca.
Todos sabemos aprender de artículos, revistas, y películas. Lo que no todos sabemos es sacarle partido al propio movimiento del mundo.

La diferencia entre los que esperan, los que buscan mal, y los valientes radica justo en una parada de autobús.
Los primeros solo esperarán a que llegué el autobús.
Los que buscan mal leerán el cartel publicitario de la parada, o quizá lean un libro que llevan en la mochila.
Y los valientes, aquí es donde quería llegar, estarán observando a la niña que ríe con su abuelo, a ese que ha pasado por la acera de en frente, escucharán las voces de los que están a su lado y también oirán, inconscientemente a Ed Sheeran, que suena en los auriculares de una chica rubia.
Se subirán al autobús y escucharán el mundo, como alguien ríe en una conversación telefónica, el suspiro del que va leyendo poemas, el bullicio de las calles, y la sonrisa del que acaba de bajarse.
Y estos a los que llamo valientes, en otras bocas serán llamados artistas. Y qué es arte sino la capacidad de mover y provocar algo en alguien, y qué es el arte, sino el movimiento provocado.

Una parada de autobús es la diferencia entre los que mueven y los que esperan a que les muevan. Entre ser arte y contemplarlo.

El movimiento constante del mundo se llama vida.
No te quedes esperando, porque nadie va a poder parar el mundo para ti.


Imagen de red, grunge, and bus

Y tú... ¿Eres artista? y... ¿Eres valiente?

Silvia Soñadora


Benditas cicatrices

21.9.16


La vida es huracán. Rompe y cambia cuando le viene en gana, Da vueltas hasta marearte.
Te vomita encima, te llueve, te grita, te canta, te pisa, te baila, te hace probar el suelo,
Te quiere, y a veces parece que te odia.
También es tsunami. Te invade, y te vuelve loco.
Es tormenta, Rayos y truenos. Y arco iris.

Amantes de la tormenta, y bailarines incansables, hasta locos apasionados, y valientes mortales:

La vida somos nosotros, los que la respiramos, la disfrutamos, la lloramos,
Somos su motivo de supervivencia.

Somos el huracán y la tormenta.
Variables inconstantes.
Somos tsunami y arco iris.
Corazones inmortales.
Almas libres.
Revolucionarios de nosotros mismos.

A veces,
Queremos más de la cuenta,
Lloramos para combatir sequías.
Sentimos a ráfagas,
Nos entregamos demasiado,
Arriesgamos sin más,
Llenamos socavones de personas,
Amamos hasta desbocarnos.

A veces, vivimos.
y esas veces son las mejores.
En las que somos puramente nosotros mismos.
Sentimos con la fuerza de guerreros.
Quedan cicatrices en nosotros.

Benditas esas veces, y esas cicatrices.
Nos desnudan en corazón.
No son cuestión de piel.
Son de ti. Tuyas.
Silvia Soñadora

Saber, déjame

25.3.16

Todos me hablan de lo bonito que es el amor,
el amor de verdad, insinuando que debo dejarte.
Qué sabrán ellos lo que es amar de verdad,
como demonios voy a dejarte, si hace unos días te fuiste.

Hace unos días que ya sé.
Maldito saber.
Duele más que el dolor.

Echándote, de más, de menos, yo
Dueles. Dolemos.
Debes tener la sonrisa torcida,
de todas las maldiciones que llevas encima.

Dicen que llorar no es bueno,
así me sigues doliendo,
pero que sabrán, ya sabemos tú y yo,
que lo que duele no es el amor, es que sé.

Dicen que saben,
pero si de verdad supieran,
no querrían saber.

Maldito saber.
Maldito perdido.
¿Dónde está, porque te le has llevado?
¿Y mis puntos cardinales?

La última vez te los llevaste, con él.
Casi prefiero cuando no sabía,
cuando les maldecía porque ellos sí,
en vez de maldecirte a ti,
que te has llevado todo lo que era algo,
y me dices que ya no es.

Estúpido intrépido,
insolente,
que sabrás tú de mí,
para arrebatarme así.

Crees que sabes,
pero si de verdad supieras,
querrías no saber.

Déjame.
Maldito saber.
Sé, de ser.
Soy.
Eso no se puede saber.

No sepas tanto, aprende.
Maldito saber, dejémonos.

Déjame ser.
Imagen de girl, drawing, and hair
Silvia Soñadora

Una cerveza y una de ti

27.2.16

-Una cerveza, o un nestea, un contigo, yo sin ti. Pupilas y tequila. Tú y yo. Sin ser nosotros.-
Aún queda noche. Y conmigo nunca se sabe, que si, con dos copas puedo volverme loca, agarrarme la cadera, quitarme los tacones y pedirme la tercera. Soltarme la coleta y acabar bailando encima de las mesas. Y si me da por el tequila, me pongo a cantar en medio de la pista, y se me dilatan las pupilas. Invítame a un roncola, que hoy me ha dado por el alcohol, y un poco por ti. No te asustes si no dejo de mirarte, suele pasar cuando llegas a mi punto débil, y teniendo en cuenta que eres tú, supongo que empezaré a dar de más, a emborracharme de verdad, de ti, y a pillarme un colocón de los gordos sonriendo a mi vicio más bonito. Invítame a una cerveza, o a un nestea, que dicen que es más sano, pero no dejes de mirarme porque con tanto meneo de cadera me he perdido, y no se encontrarme, si no es en ti. Quedamos en la barra, con una sin alcohol, y una de amor para los dos. Cariño, no pases las canciones tan rápido. Que tú y yo siempre hemos sido de empalmada,que todavía hay mucha noche, y aun nos queda madrugada.
                                    Silvia Soñadora

¿Qué nos queda?

24.1.16

A veces tienes ganas de llorar sin tener ningún motivo aparente.
Igual que hay veces que sonríes sin saber porqué.
A veces eres tsunami y puedes bailar el mar mientras lo vuelves loco, y otras eres huracán que deja que el cielo vuelva loco al mundo y las nubes se pongan a gritar.
A veces se enamoran de ti, o eres tú quien se enamora. Pierdes o te pierden.
A veces bailas reggaeton con tacones hasta que se acaba la noche, y otras te duermes en el sofá abrazando a tu madre y solo llegas a acariciar las once y once.
Si hasta lo que te hace sentir mejor hay veces que te quita las ganas,
si no tenemos punto fijo al que agarrarnos cuando no sean las veces de todo lo demás. ¿Qué nos queda?
Nos quedamos nosotros, nosotros mismos y todas las personas que nos han hecho ser. Tenemos lo que somos.
Y ya no es nos quede, es que no tenemos nada mas con lo que poder contar.
Sé, y haz que sean. Lo demás ya vendrá.
                                    Silvia Soñadora