La vida es confíar

Giramos, y giramos alrededor de cualquier parte, giramos sobre nosotros mismos. Y las dudas, adictas a dar vueltas nos atacan enloquecidas, desconcertando un pensamiento antes claro. El agobio nos bloquea, nos molesta. Nos sentimos atacados, y ni siquiera nos sentimos capaces de encontrar una razón a ese nudo que nos aprisiona y nos ahoga aún más.

Y esa razón puede estar tan cerca... tan dentro. 

Todas las dudas y las preocupaciones que nos asaltan, y nos confunden, han sido creadas por nosotros mismos. Por la percepción que nosotros creamos sobre lo que vivimos. Y así, sin más, nos ahogamos donde escasea el agua, por algo que probablemente no exista o no dependa de nosotros. Nuestro único dominio son nuestras decisiones. Nada más.

La vida fue creada hace tantísimo tiempo que nadie sabe exactamente cuando ni como. Cuando esto ocurrió, el ser humano solo pudo confiar, entonces no había nada resuelto, ninguna teoría, ni ningún mundo ya creado y acomodado. Confió en la creación de la vida, teniendo un solo poder, tomar sus propias decisiones. El primer ser humano confió, y ahora tú y yo estamos aquí.

Nos complicamos la vida, porque pensamos que todo depende de nosotros, cuando solo podemos controlar nuestras decisiones, y así el rumbo de nuestra vida. 

Y solo conseguimos complicarlo, hacer todo mucho más difícil, cuando la vida es muy sencilla. La vida es confiar, confiar en que se siga creando como tantos años lleva haciendo, y crear tu historia, pero sobre todas las cosas, se trata de crearte a ti mismo, conocerte. Eso es lo más importante.

Y también se trata de decidir, tomando como guía tu corazón, porque él no duda, él siente. 

Silvia Soñadora