Que yo ya no buscaba la felicidad, la construía.
Porque no consiste en tener, en adquirir, conseguir o llegar.
Sino en valorar, y sentir, en querer, luchar y vivir.
No es algo material ni mucho menos algo superficial.
Es personal, íntimo y vital.
No es un destino, sino un camino.
No es una etapa, una fecha señalada o un objetivo en mi lista de sueños.
Es un día a día, rutina, salirse de las líneas, sonrisas, cafés o poesía. Es un tren, y muchos, correr tras ellos, alcanzarlos y a veces perderlos, porque quizá no estaban hechos para ti. Es perder todo aquello que no te hace falta, y ganar mucho más de lo crees que hay para ti. Es aprender, y equivocarte, es acertar.
Es andar, bailar, ver las estrellas, las calles, tu hogar y las personas que lo forman.
Es todo lo de fuera, lo que no es tuyo, y de repente empieza a serlo.
Es todo lo que somos, los momentos que vivimos y los lugares que hacemos nuestros.
Es salir y quedarse, no correr demasiado pero nunca parar.
Es cada segundo, cada día y cada sueño, todos ellos, cada pasión y cada sentimiento.
Es llorar y sonreír, enfadarse y perdonar.
Es todo corazón.
La felicidad es ser valiente. Es ser elocuente y loco. Efímero y eterno al mismo tiempo. Es recordar, pero guardar en ti.
Es una vida.
Hace tiempo decidí que la vida era para ser feliz, que nada me lo iba a impedir.
Que no iba a buscar la felicidad, que la estaba construyendo cada segundo de mi vida.
Desde ese día soy feliz.
Cumplo sueños, arriesgo, lucho y a veces pierdo. Pero incluso esas veces, salgo ganando en la felicidad de haber vivido cada segundo que tengo como único que es.
Y con la felicidad al alcance de mi misma a cada momento, he descubierto que es algo indefinible, aunque acabe de intentarlo.
Es inefable, algo indescriptible y que reside fuera del alcance de una explicación.
Y al mismo tiempo que la felicidad es inefable, lo inefable es felicidad.
Ese día decidí que la felicidad es mi camino, y hoy, mi vida empieza a ser inefable.
Una vez más, nunca dejéis de soñar, no paréis de luchar.
Silvia Soñadora
Precioso tesoro!! Inefable eres tu , Te quiero
ResponderEliminarSigue deleitandonos con tus relatos
Será inefable como dices, pero tú te explicas que es un primor leerte.
ResponderEliminarEspero impaciente el próximo.
Besitos.