Capitulo 3: Marina

CAPITULO 3

MARINA

-         Si, supongo. Marina ¿te acuerdas de nuestra conversación del martes? Te dije que me iría a vivir a otro lugar.

-         Si ¿y?

-         Ese lugar es París.

(Hubo un largo y misterioso silencio)

-         Qué bien así podremos estar más tiempo juntas

-         Sí.

Estuvieron un rato más conversando, se contaron las razones por las que habían decidido irse a vivir a París. Se dieron cuenta de que vivían muy cerca. Las dos iban a ir al instituto, aunque no irían al mismo. En un instante las dos se deprimieron así que colgaron.

Cristina se acurrucó en el sofá, tenía frío. En tan solo unas semanas su vida había cambiado por completo. Su prima iba a poder estar con ella, eso era una buena noticia ya que eran muy amigas.

Marina era de mediana altura, su melena corta y negra le rozaba el cuello, su piel era morena. Su rostro lucía unos ojos negros como el azabache, su nariz y su boca eran pequeñas. Era guapa.

Siempre las había gustado pasar tiempo juntas. Las encantaba reírse de las gracias de la otra, escuchar música e incluso hacer los deberes juntas las gustaba.

Cristina miró el reloj, eran las ocho. Cogió su pijama y se dirigió al baño. Después de ducharse empezó a ordenar un poco sus cosas. A las nueve bajó a comprar algo para cenar.

En media hora llegó a casa con un cartón de huevos y una bolsa de patatas fritas. Se preparo un huevo frito. La cocina era diminuta así que cenó en el salón. Cuando acabo de cenar empezó a leer un poco de su libro.

A las doce se metió en la cama con el portátil. Había mirado fotos de su instituto y la gustaba. Empezó a escribir un correo a sus padres.

      En apenas media hora apago el ordenador y se sumergió en sus profundos sueños
    Marina y ella habían decidido encontrarse en un parque cercano sobre las doce y media 
    del día siguiente.