Tú, suspiro y anhelo.

Continuó pensando en qué habría ocurrido si hubiese dicho que no, en si ahora seria más feliz, o quizá tan ignorante como hasta hoy. Si hubiese negado mis sentimientos, si no hubiese sido tan inocente y hubiese seguido por mi propio camino sin dejar que tú cambiaras bruscamente mi rumbo. Si no te hubiese cedido el timón de mi barco, si hubiese ignorado tu presencia y si no hubiera dejado que robaras mi alma. Todo parece fácil ahora, sin embargo, aquel día me fue imposible, se esfumó mi ya escasa sensatez,  tan solo logré oír los desesperados gritos de mi perdido corazón, me guié por sus latidos y aparté los pensamientos.

Desconcertada y arrogante después de una historia con infinitos baches que nunca pudo acabar de otra manera que haciendo añicos mi pobre corazón. En cambio, ahora he podido razonar y pensar sin tensión, y aunque no logro entender cómo conseguiste atraparme de tal forma que fui incapaz de olvidarte, sentía tus caricias, soñaba con oír tu voz y extrañaba tus mentiras, tu sonrisa aún me provocaba suspiros, y tu mirada hipnotizaba mi pensamiento. Tú, te convertiste en mis inquietudes y en mis risas, en un problema y un consuelo, en un llanto, y una mentira, en mi corazón y también en mi alma. Me enamoré de ti y caí rendida ante tu encanto, tú afirmaste que el sentimiento era mutuo, cubriendo cada mentira con más mentiras. Me abandonaste en un desierto de soledad. Jugaste con mi corazón, perdiste mi amor y  mis caricias, aunque por encima de todo me perdiste a mí. Creíste ser capaz de ocultar una mentira pero en el camino te diste de bruces contra la realidad.
Nuestra historia tan solo fue una estúpida mentira en la que era mi amor la única verdad existente. Un día por error me arañaste el corazón, me engañaste sin piedad y ahora dices estar arrepentido. Cuando al fin he conseguido olvidarme de tu aroma y tu sonrisa, tú vuelves a mi vida como si nada hubiese sucedido, para ti solo han sido un par de meses más, para mí  un eterno viaje por un océano de lágrimas y una almohada como fuente de desahogo. Me he cansado de pintarme una sonrisa para recibirte, de perdonarte para luego volver al mismo infierno, de creerme tus mentiras a conciencia. ¿Por qué es tan complicado alejarme de ti cuando me has hecho tanto daño? Yo estoy segura de que el amor hacia ti ya desapareció, tan solo te pido que me permitas alejarme y no me busques para encontrarme. Me he rendido de  intentar olvidarte, de luchar contra tu inconsciencia y de sufrir. Me voy lejos para no volver, no busco la venganza, sino el olvido y mientras tú me busques nunca lo encontraré. Por favor, no me busques más.