Son metas de vida, "life goals" como diríamos en inglés. Y llevan tiempo, sacrificio, esfuerzo, ganas, muchísimas ganas, ilusión, fuerza de voluntad... Los sueños llevan magia dentro, que hace que luchemos por ellos, que nos dejemos la piel, y sobre todo que todo lo que hacemos por ellos merezca mucho más que la pena.
Llevo un tiempo pensando en si debería compartir esta nueva aventura en este blog, ya que desde que lo empecé no lo he enfocado a temas personales, pero creo que hay historias que merecen ser contadas, y sobre todo creo que no hay algo que reivindique mejor lo que llevo tanto tiempo defendiendo como esta nueva aventura: un sueño cumplido tras mucho tiempo, un sueño para valientes.
Y qué es una historia si no se cuenta, qué es una aventura si no se comparte con valientes.
Si habéis llegado hasta aquí os estaréis preguntando de qué aventura hablo, de qué sueño:
Soy una de los 500 becados por la Fundación Amancio Ortega para estudiar un año en Canadá.
Esto significa que me voy exactamente a 7649 km de mi casa, de mi ciudad, mi familia y mis amigos durante 10 meses para empezar una nueva vida.
Me voy a otro país, donde conoceré a otros amigos, encontraré una nueva familia y un nuevo hogar, me envolveré en otra cultura, otras costumbres, y otra gente, donde viviré miles de momentos únicos y aprenderé muchísimo.
Me voy, dos palabras que arrastran consigo el mayor cambio de mi vida, toneladas de ilusión y ganas por este nuevo comienzo que lleva tanto tiempo en mi corazón.
Esto comenzó el día 26 de Noviembre de 2016 en Madrid, cuando hice el primer examen, aunque fue incluso antes el día que mi tutora nos habló sobre estas becas, y yo supe que esta era mi oportunidad, y tras una solicitud por Internet, algún que otro imprevisto, un examen, la preselección, una entrevista por skype y sus consecuentes nervios, la lista definitiva, un día de locos, el mejor cumpleaños de mi vida, un fin de semana de orientación donde conocí a gente increíble que compartiría esta aventura conmigo, estoy aquí.
Estoy a 59 días de que todo lo que llevo soñando y desde hace meses empezando a vivir, sea al fin mi realidad, mi vida.
Quiero compartir todo esto con vosotros porque ya es parte de mi vida, porque me va a inspirar, porque es una forma de ser valientes juntos, de soñar, de reivindicar que si quieres algo nunca hay que dejar de luchar, que a veces estamos provocando que se haga realidad inconscientemente, siendo nosotros mismos y manteniendo la ilusión.
Esto solo acaba de empezar, acaba de empezar a cambiar.
Porque me voy pero voy a seguir aquí.
Voy a cambiar, pero seguiré siendo yo.
Voy a seguir soñando, luchando.
Voy a seguir contando historias.
Vamos a seguir siendo valientes.
Solo me queda decir que esta aventura es tan mía como vuestra, que un cambio solo augura historias nuevas, y para eso los valientes estamos más que preparados.
Gracias por esta oportunidad, por ser parte de mi sueño, ahora de mi vida, a la Fundación Amancio Ortega. Para los que estéis interesados en las becas, la web de la Fundación
Los sueños se cumplen, pero hay que luchar, hay que arriesgar, hay que ser valiente.
Nadie va a cumplir tus sueños por ti. Son tuyos, ¡lucha por ellos!
Nunca dejéis de soñar, no paréis de luchar.
Hasta muy pronto valientes.
Silvia Soñadora
Felicidades preciosa ¡ eres una campeona te lo mereces . Yo tengo tantas ganas como tú de qué vivas esta experiencia a pesar de que te voy a echar tanto de menos ......Enhorabuena TE QUIERO
ResponderEliminar¡Muchas felicidades! Ha de ser muy emocionante. Espero leer todos los relatos de tus aventuras aquí en tu blog. Te esperan muchas cosas buenas y aprendizajes, disfruta la experiencia. Por cierto, bonita reflexión.
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