Y te juro que he intentado olvidarte. Cada madrugada de los once inviernos que llevo esperándote.
A veces con la piel desnuda, otras con un abrigo que no quería desabrocharse.
Agobia como las lágrimas que no te dejan coger aire, y quema como escarcha sobre tu espalda.
Pesa, escuece, ya no sé si duele.
Vale, sigue arañando, y me sigue rompiendo.
Sigue doliendo.
No sé como lo hago pero después de todo y de nada, sé que no puedo dejarlo, no ahora.
No puedo dejarte. No quieres perderme.
Esto sigue siendo el juego de tu vida, un tira y afloja, hasta que la cuerda se rompa.
No sé si me quieres, o si solo te divierte jugar, pero ya he deshojado demasiadas margaritas.
Mira, las flores no tienen la culpa. Ni yo, y supongo que tú, tampoco.
Llorarte es demasiado decepcionante..O demasiado bonito, depende desde que lado observes la jugada.
Tus dudas me matan, y tú me das la vida.
Ahora sé que el olvido también está jugando conmigo, o contigo.
Se olvida de todos los golpes que me he dado cuando he apostado por ti.
Se olvida de todos los golpes que me he dado cuando he apostado por ti.
Y me recuerda lo bonito que eres, cuando sonríes.
Sé que quieres lanzarte, pero no te atreves,
Solo quiero decirte que el miedo dura cinco segundos, y que cuando le vences, eres libre.
Pero la duda, la duda es más jodida, y se queda para toda la vida.
A ti, imbécil, después de todo y de nada, te quiero.
Silvia Soñadora
Que bonito.. y que triste.
ResponderEliminarUn abrazoo!
María.
Hola, me ha encantado escribes cosas hermosas me quedo por aquí :D
ResponderEliminarte quiero invitar a participar en una iniciativa
http://blogbookswords.blogspot.com.co/2016/01/libros-por-el-mundo.html
Feliz dia Besos!
Hermoso😍😙
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